Tuesday, August 08, 2006

El amor desolado - Jorge Falcón


Escrita por José Dicenta Sanchez y musicalizada por Alberto Cortez, según lo confiesa el mismo Cortez, en 1974 fue invitado a participar de un radioteatro sobre idea de Ricardo Bada y junto a Dicenta Sanchez, y estrenada en el Florida Park, es sin duda de las canciones más aplaudidas. Quizás como Cortez lo confiesa, la versión en tiempo de tango que Jorge Falcón hiciera es la más sentida y por lógica es la elegida para esta ocasión y que recomiendo que la consigan

Yo puse el esfuerzo
y ella la desgana,
Yo el hondo silencio y ella la palabra,
Yo senda y camino y ella la distancia,
Yo puse los ojos y ella la mirada.

Quise entre mis manos
retener el agua,
y sobre la arena levanté mi casa.
Me quedé sin manos, me quedé sin casa,
fui raíz oscura, y ella tronco y rama.

Para que la cuenta
del amor sumara,
ella puso el cuerpo, yo el cuerpo y el alma.
Era toda viento, yo todo montaña,
yo pura resina,
y ella pura llama.

Una noche oscura, se fue de mi casa,
cegaron mis ojos para no mirarla,
para no seguirla cerré las ventanas,
clausuré las puertas
para no llamarla.

Puse rosas negras
sobre nuestra cama,
sobre su memoria,
puse rosas blancas.
Y a la luz difusa de la madrugada
me quité la vida para no matarla...

Yo lo puse todo, vida cuerpo y alma,
ella, Dios lo sabe, nunca puso nada.

1 comment:

Fue Nikolka said...

Tengo un amigo perdido por el barrio que me vio nacer, barrio al que casi no visitaba.

Pocas veces paso y lo saludo, otras muchas menos nos hablamos de verdad.

Pero cuando eso pasa el saca siempre el mismo casette, me mira y me dice "negro, tenes que escuchar esto. Este tema es la vida" y me pone a jorgito falcone.
Siempre le contesto lo mismo, le cuento que me imagino viejo y canoso, sin dientes ni futuro. Le cuento que nos imagino en una ultima charla, en el mismo lugar, con el mismo casette.

Cada vez que me hace escuchar la vida yo finjo no conocer el tema, cada vez el finje no saber que antes de irnos a dar una vuelta interminable vamos a compartir, por ultima vez, ese maravilloso tema.